viernes, 25 de enero de 2019

La locura japonesa: haciendo un patrón de Pattern Magic 3. Parte III: elección de la tela y corte

Por si no so acordáis, locuelas, hace dos semanas empezamos el patrón, sin entender todavía mucho y la semana pasada lo terminamos y ya empezamos a ver un poco más claro qué iba a salir de esta aventura.
Y ahora que ya tenemos el patrón, vamos a elegir las telas y cortar el invento.

Tenía claras varias cosas en la elección de tela. Uno, que tenía que ser lisa, porque un estampado, aparte de enmascarar las líneas del patrón (con el trabajito que me ha costado) iba a resultar demasiado escandaloso. Y la segunda, que tenía que ser lino, porque me gusta y porque hacía falta una tela con cuerpo. Aparte, tenía un lino marrón comprado en verano que estaba en el cajón diciendo "¡cóseme!".
Y la última idea que tuve casi desde el principio fue hacer la pieza curva con distinta tela.  En parte por razones prácticas, ya que este patrón tiene muchísimo vuelo y me parece que no tengo suficiente lino marrón para todo; pero también por razones estéticas, para destacar la pieza delantera y alegrar el diseño con un color más claro. El marrón es bonito, pero combinado con otro más vivo, mucho más.

Las candidatas. Linos, gasa y lúrex. El marrón se ve más rojizo, pero los verdes y rosa son tal cual

Hay una cosa importantísima que se debe tener en cuenta al elegir la tela de la pieza frontal: que sea igual por ambas caras. Recordemos que la pieza se retuerce y se mueve cual meandro de un río y ambas caras de la tela van a ser visibles. También nos vale una tela que tenga las dos caras distintas, que podría crear un efecto bastante interesante. El caso es que recordemos antes de elegir que la tela se va a ver tanto por el derecho como por el revés.


Y aquí es donde entra Viki, mi profe de costura, que me facilita mucho la vida, pero también tiene cierta tendencia a complicármela. "¿Por qué no haces una pieza doble con dos telas distintas? ¡Así se verá bonita por los dos lados!". Total, que me ha convencido y finalmente tengo no dos sino tres telas; los tres linos: marrón para el vestido, rosa para el derecho de la pieza delantera (el que más se ve) y verde para el revés.

Helado de chocolate, fresa y pistacho

Y después de tanta complicación técnica y tanta mística oriental, ahora topamos con la realidad de la tela y nos toca acordarnos de detalles prosaicos, por ejemplo:

  • Cantidad de tela. Para el vestido en sí, hacen falta casi dos metros de tela, tened en cuenta que tiene bastante vuelo. La pieza central puede hacerse un trozo de 50 cm y un ancho de 120 cm. Esto para una talla 36/38, más bien amplia.
  • Márgenes de costura: costuras laterales y hombros, 2 cm; dobladillo, 3 cm; sisas y escote, 1 cm. Para la inserción, solo 1 cm. Para coser curvas, cuanta menos tela haya por medio, mejor.
  • Abertura. Si la abertura del cuello es pequeña, se puede agrandar, siempre que recuerdes que la pieza superpuesta tiene que recortarse también, que no queremos disgustos luego. Si no, cremallera en la trasera y aquí paz y después gloria.
  • Remates de sisa y escote. No parece que hacer vistas sea una buena idea, así que el bies es la opción más razonable. Dependiendo de la tela y del efecto que quieras darle, puedes probar con los bordes sin pulir.
Y vamos allá. Primero el delantero:

Let's go to the lío

El vértigo de la hoja, digo, la tela, en blanco, digo, en marrón

Se puede cortar doblada, pero después hay que señalar la curva

Un vez cortada la pieza, la desdoblamos y marcamos la curva. Lo mejor es hacerlo con papel de calco y ruedecilla de marcar, que queda fenomenal. De todas formas, además le he echado un hilván para mayor seguridad.
La ruedecita, la mejor amiga de las señales complicadas

Marcado y bien marcado

Como se ve, he marcado la curva, el centro y todos los puntos de inserción, para que no haya sorpresas al coser.
Ahora, a por la parte trasera.
¿Qué será ese pico en el escote trasero? Ahora lo veremos...
Como os contaba, a Viki le encanta complicarme la vida, así que como -- según ella -- la parte trasera iba a quedar "demasiado sosa" (ejem) me ha convencido también para que recorte un par de pequeños triángulos de la parte superior del escote trasero y los haga con las mismas telas que el meandro delantero. Si os fijáis bien, podéis ver las dos mini piezas junto a la tijera, cogidas al patrón por un alfiler. El lema "keep it simple" no es lo nuestro, no...
Y ahora vamos con la estrella del patrón, el famoso meandro (qué nombre tan feo, por diox). Aquí es IMPORTANTÍSIMO colocar la pieza al hilo y no torcerla, porque el movimiento (o no) del asunto depende de ello.

El hilo tiene que ir perfectamente horizontal aunque la pieza no lo sea
Por cierto, ¿os habéis fijado qué fotogénica es mi tijera? Sale estupenda desde cualquier ángulo
Y ahora ya estaría lista la cosa, si no fuera porque voy a cortar ¡no una, sino dos! piezas delanteras. Me voy a reir tanto como no coincidan...

Piensa en verde
Piensa en verde y rosa. Oiga, joven ¿a qué mi suelo tiene un color ideal?

Y ahora los triangulitos...
Solo existimos para complicarte la vida
No tiene mala pinta. Y la tijera sigue saliendo guapísima
Y ya esta todo cortado. Recapitulamos las piezas. Son tres necesarias y el resto "porque yo lo valgo":
  • Pieza base delantera.
  • Meandro delantero, que en nuestro caso hemos cortado dos, pero puede ser uno.
  • Pieza trasera. 
  • Triangulitos de adorno del escote trasero.
¡¡¡Y POR FIN VAMOS A COSER!!!

Aquí el capítulo I.
Aquí el capítulo II.
Y aquí el capítulo IV.

viernes, 18 de enero de 2019

La locura japonesa: haciendo un patrón de Pattern Magic 3. Parte II: acabar el patrón y entenderlo (más o menos)

En el episodio anterior, nuestra osada protagonista había modificado el patrón base y trazado la curva de nuestro patrón, generando la pieza base del delantero. En este capítulo haremos lo más interesante del modelo: la pieza superpuesta. Y también la trasera, que no tiene mayor complicación, pero es muy necesaria, porque ya bastante raro nos va a quedar  el vestido por delante como para que se nos olvide hacerlo por detrás.

Pero no me disperso y resumo. Cuando terminamos de trazar la curva, hacemos dos cosas:
La primera, calcar la parte la parte de escote y hombro que van a ir superpuestas. Al finalizar el trazado de la curva también delimitamos esa zona según las instrucciones, la calcamos en otro papel y la recortamos. Como dato tonto, pero importante, yo he usado papel de seda para calcar y kraft blanco para dibujar el patrón definitivo
Empezamos con la pieza clave

Lo segundo, calcamos también las partes de la curva desarrolladas y ya vamos viendo nuestra pieza central. A estas piezas las llamamos A, B y C

Se desarrolla la pieza en tres partes y se calcan con cariño y exactitud (sobre todo esto último)

Se trata de que la pieza sea bonita y volandera, pero no parezca que llevamos un rollo de tela pegado el escote, por eso hay que rebajarla un poco. Para ello, una vez más seguiremos las instrucciones paso a paso. Cogeremos cada pieza calcada, la pegaremos sobre otro papel e iremos definiendo los nuevos puntos.  Repetiremos estas operaciones con las piezas A y B, que quedarán un poco más anchas y con la curva superior más suave. La C no se modifica.
No me canso de repetir que hay que seguir las instrucciones y, en este caso, es especialmente importante copiar todas las letras porque nos van a dar luego los puntos de inserción de la pieza. 


Esta es A, la pieza mayor. No hay que perder de vista el centro (ni en la vida ni en la costura)


Esta es B, la mediana, que también ha salido bien centrada


Y esta es la pequeña. Esta es la única que no cambia, menos mal
Las piezas que nos quedan después de todo esto se llaman A', B' y C. Las recortamos

Ahora vamos a hacer la operación que viene en la parte de abajo de la página.




Proseguimos la adaptación. Abrimos la parte del cuerpo tomando como referencia los puntos de hombros y sisa que hemos señalado mientras trazábamos el patrón (os dije que no olvidárais ninguno).  Se trata de abrir el cuerpo desde los puntos pivote a' (en la sisa)  p (en el hombro) e i , que está a 7,5 cm sobre la línea del hombro. ¿Por qué? Pues porque se trata de que la pieza tenga volumen y se despegue graciosamente del cuerpo, así que hay que darle algo de amplitud. El por qué son esas medidas y no otras sí que no lo sé, pero ¿quienes somos nosotras para negar la sabiduría de Nakamichi San?
Observad también que la parte de la sisa y el escote no se han modificado para nada. Esto nos permitirá luego encajar esta pieza con el cuerpo del vestido de forma limpia.
Ahora se trata de unir esta pieza resultante con las tres piezas de la curva A', B' y C  que acabamos de trazar. Observad que la primera y la tercera pieza las hemos colocado al reves, porque la pieza entera se coloca "revuelta", como el meandro que le da nombre, siguiendo la curva que hemos trazado en el delantero.
La parte del cuerpo nos habrá quedado con el bajo "a saltos", así que trazaremos una línea continua para remediarlo: uniremos con una curva muy suave los puntos del cuerpo desde m hasta o'. También vemos que las piezas A', B' y C sobresalen por el bajo, así que, desde el punto de abertura final m' trazaremos otra línea hasta el punto final de la pieza C, que se llama j.  Y por fin tendremos  nuestra pieza.

Recordemos qué hemos hecho para llegar a este punto:
  • Hemos calcado la parte del cuerpo que irá superpuesta.
  • Hemos calcado la curva desarrollada por partes A, B y C.
  • Hemos rebajado un poco la curva superior de las piezas A y B. La C es la única que queda igual. Tenemos ahora las piezas A', B' y C.
  • Hemos abierto la pieza del cuerpo desde los tres puntos pivote predeterminados: a', p, i.
  • Hemos pegado esta pieza resultante a las piezas A', B' y C. Las piezas A' y C van al revés.
  • Hemos ajustado el bajo del cuerpo y de la curva para que quede continuo.

Con todas estas operaciones, que son sencillas, pero requieren atención y medir bien, hemos abierto la parte del cuerpo, hemos rebajado la curva por arriba y reducido la pieza por abajo. Con esto conseguimos que nuestro meandro quede con relieve y movimiento, pero tampoco demasiado voluminoso, porque sería extraño, incómodo y probablemente hasta feo.
Ya empezamos a ver el fruto de nuestro trabajo

El meandro sobre el parqué

Y ahora queda la trasera, que ni te la nombran en el libro, porque consideran que eres una costurera experta y no hay que decírtelo todo. Pero mira, aunque sea así, se agradece que te expliquen las cosas. De momento, como la trasera va a ser simétrica, que ya tenemos suficiente asimetría en el delantero, solo tendremos que hacer el habitual medio patrón. Un trabajo menos.
Hacemos lo mismo que hicimos al principio con el patrón delantero: metemos un poco (2 cm) en la cintura, prolongamos la falda, cerramos pinza del hombro y así abrimos el vuelo de la falda. Es aconsejable que la trasera tenga menos vuelo que el delantero. Primero, por ahorrar algo de tela y segundo y más importante, para no parecer una mesa camilla.


Pobre trasera, ni la nombran en el libro, snif


Solo tenemos que hacer medio, pero sí tendremos que decidir si lo cortamos en una pieza o en dos con costura central, según vayamos a poner cierre o no. Yo, sinceramente, hasta que no lo tenga medio montado no voy a saber si me cabe la cabeza por la abertura del cuello, así que igual es mejor cortarlo en dos piezas, por si hay que meter una cremallera a toda prisa.

Y, por fin, ya tenemos el patrón enterito.
Recordamos las tres piezas que finalmente nos han salido:
  • Pieza delantera con la curva dibujada.
  • Pieza superpuesta del delantero con curva, escote y parte de un hombro.
  • Pieza trasera trazada a la mitad.
Y ha llegado el momento de elegir la tela y cortar. Pero eso será el capítulo que viene. Estos dos primeros capítulos han sido sobriamente blancos, pero en el próximo empezaremos a introducir muchas notas de color.
Aquí el capítulo I.
Aquí el capítulo III.
Y aquí el IV.

viernes, 11 de enero de 2019

La locura japonesa: haciendo un patrón de Pattern Magic 3. Parte I: empezando el patrón

Comparto un sueño con muchas costureras: hacer algún patrón de Pattern Magic. Una no es nada original, qué le vamos a hacer.
Con este no se puede salir a la calle
Por cierto, como soy fan de estos libros, he hecho reseñas de los tres, que podéis ver aquí: Pattern Magic 3, Pattern Magic 2 y Pattern Magic.
Lo malo de los modelos de estos libros es que, aparte de ser difíciles, la mayoría no son para salir a la calle (al menos, no en mi ciudad, guardiana de las esencias). Como tampoco me disfrazo ni voy a convenciones de ciencia ficción (algunos modelos son decididamente galácticos), me he decidido por uno de los modelos más normalitos del libro Pattern Magic 3. Que es justamente este:

Soy raro, pero discreto
En realidad es un sencillo vestido de línea "A", sin mangas y al que se le añade una especie de babero en espiral que el libro llama, más elegantemente, un "meandro", como los de los ríos. Y es que estos japoneses son tan poéticos ellos...

Partimos del propio patrón base que nos propone el libro, aunque ignoramos una de las pinzas de cintura y la otra la metemos en la costura lateral, entallando ligeramente (2 cm). Prolongamos el cuerpo con una falda ligeramente evasé (4 cm de diferencia con la cintura). Luego cerraremos la pinza de la sisa, lo que nos dará más vuelo. También cortamos tres centímetros del escote y cuatro del hombro (dos por cada lado). Aviso que aún así queda un escote demasiado pegado para un vestido de verano, así que al cortar le quité uno más del escote para que no estuviera tan agobiado.


¡Esto no ha hecho más que empezar, amigos!
Este es el punto de partida. Patrón base con falda


Cerramos pinza de la sisa y abrimos cuerpo y falda
 Ahora copiamos el medio patrón para tener el delantero completo. Lo que vamos a hacer es trazar una curva que será a la vez la guía para trazar el patrón de nuestra pieza de volante y para coserlo posteriormente. Esta pieza va superpuesta y abarca el delantero y parte de un hombro.
Agárrense que vienen curvas
Adelantando acontecimientos, cuando acabemos del todo, tendremos un patrón de tres piezas:
- Delantero, con el dibujo de la curva.
- Pieza delantera de cobertura (que es la gracia del asunto).
- Pieza trasera. Cuando cortemos, podemos optar por cortarla en una sola pieza doblada o cortarla con  costura central. En principio, el vestido no lleva abertura alguna, pero puede ser necesario añadir una cremallera.
Pero no vayamos tan deprisa, que de momento solo tenemos nuestro patrón delantero pelado y mondado.
A partir de ahora no hay más remedio que dejarse llevar por la sabiduría oriental. Esto es como IKEA: hay que entregarse, hacer todo como te indican y no intentar comprender mucho de momento. Cuando tengas el patrón completo ya lo verás milagrosamente claro.
La curva viene perfectamente medida y descrita, no hay más que reproducir las medidas en tu patrón. Las curvas es mejor hacerlas con regla de curvas para que queden simétricas, pero si tienes pulso y quieres hacerlas a mano alzada, adelante, valiente.
 El filtro de la foto es rarete, pero es que no se veían las líneas de lápiz sobre el papel, así que no me critiquéis que lo he hecho por vuestro bien, desagradecidas.

El libro te va guiando y en un ratito, a poco que sepas  medir bien y usar la escuadra y la regla de curvas, lo tienes listo. Pero cada vez se va complicando más la cosa, no creáis.
Pero esto será en la próxima entrega de esta apasionante serie...
Aquí el capítulo II.
Aqui el capítulo III.
Y aquí el capítulo IV.

viernes, 4 de enero de 2019

Costuras invernales: gorras de retales con el patrón Finch

La Dalia retorna, cual ave fénix o estrella del rock de los 60 que hace un recopilatorio...Y lo hace con una costura invernal y resultona.

Hace dos inviernos perdí mi gorra favorita. Era la típica gorra inglesa, pero hecha a modo de patchwork con trozos de telas invernales y muy coloridas. Qué pena me dió. Por eso no paré hasta encontrar un patrón que me convenciera. El primero que encontré fue este de Waffle Patterns, que es gratuito y está bastante bien, pero no me acababa de gustar el resultado. Por fin, encontré el de Elsewhen Millinery, que me pareció bonito y fácil (es de pago, pero vale la pena). He de decir que el patrón está muy bien explicado (en inglés, eso sí), viene en muchas tallas y si aún tienes dudas, la dueña de la tienda te las resuelve por correo electrónico. Es amabilísima.
Otra gran ventaja de esta gorra es que te permite aprovechar retales.

Persiguiendo la inspiración

¿Quedará bien esta combinación?
¿O mejor esta?
Es la parte más divertida del proceso (y bastante entretenida). Sacas todos tus retales de invierno, ves las piezas y te pones a imaginar como quedarán los colores unos con otros. ¡A veces te puedes sorprender con combinaciones de colores que nunca hubieras pensado!

Un briconsejo: las piezas frontales y la visera  son las que más se ven y las que encuadran la cara, así que hay que escoger un color que le siente muy bien a la dueña. También es muy aconsejable que estas piezas sean de la misma tela o al menos de colores similares.

Y hablando de texturas, para que la gorra quede bien es fundamental la entretela. Pero ya llegaremos a eso.

Una vez decididas las telas, tendrás que comprobar, claro, si tienes suficiente para cortar cada pieza  y luego ponerte manos a la obra con el patrón. Acabarás con un bonito mosaico de piezas de colorines.

El patrón trae piezas distintas para el lado izquierdo y el derecho. Son simétricas y pueden cortarse dobladas pero, al ser tantas piezas pequeñas y de distintas telas, es más cómodo y menos lioso tener patrones diferentes para cada lado.
Por supuesto, se puede hacer todo de una sola tela pero es MUCHO MENOS divertido.

El siguiente y muy importante paso es poner entretela en todas las piezas, menos la visera (ahora os cuento por qué no). Si la gorra va a ser de verano o no va a forrarse, no es necesario, pero la verdad es que queda mucho más armada y solida si se hace. Puede usarse entretela normal, adhesiva por una cara.
Para la visera, la mejor opción es coger una gorra tipo baseball vieja, sacarle el plástico duro que lleva en la visera y cortarlo según el patrón, pero sin márgenes de costura.
Bueno, pues ya tenemos todo cortado, entretelado y listo para coser. Empezamos por la corona, que tiene...
tres piezas en el centro

y dos laterales
Tras cada paso, por supuesto, planchar las costuras y recortarlas un poco.
Tal que así (o mejor)

Luego montamos los laterales.


Todo encaja

A estas alturas, podemos hacer dos cosas con el forro: cortar todas las piezas pequeñitas igual que la gorra o coger estas tres piezas ya cosidas y usarlas como patrón para cortar el forro. Yo, como costurera vaga que soy, he optado por lo segundo.
Una vez cortado el forro, cosemos primero las dos piezas laterales entre sí y luego ensamblamos esta pieza circular con la corona. Hay que señalar los centros de la pieza superior y hacer que coincidan con las costuras centrales. Y ya tenemos algo así:

Esto ya va tomando forma
Llega el momento de probarse. La gorra debe quedar un poco holgada, pero si vemos que queda demasiado, ahora es el momento de reducirla un poco por la costura trasera. También podremos reducir un poco cuando coloquemos la cinta, pero si queda encajada ya ahora, mucho mejor.
A continuación toca coser las dos piezas  de la visera derecho con derecho, darles la vuelta (recortar costuras, planchar, etc.).  Por último, metemos el relleno de plástico que ya hemos preparado. Si queda muy justo y no deja margen para coser, lo recortamos más. Es preferible que quede un poco pequeño, que después no se nota, a que quede grande y nos dificulte la costura o nos carguemos la aguja de la máquina.
Colocamos el forro encajando bien. Tenemos dos opciones: coser primero el forro y luego colocar la visera o coser todo junto. Os aviso que coser la visera no es fácil, así que no os desaniméis si os cuesta.
Yo, personalmente, prefiero coser todo del tirón ya que la visera es bastante difícil de manipular y eso te ahorra una costura. Antes de rematar del todo, acordaos de probar de nuevo la gorra y ajustar la cinta si es necesario porque ajustarla después os digo yo que es una pesadilla.
Ahora cosemos la cinta por fuera y por el borde superior, ya que luego la remeteremos por dentro. Tendremos muchos cuidado de pillar la cinta, el forro y la visera todo junto. Remetemos la cinta, planchamos una vez más (¡ya es la última!) y, por último, cosemos a mano con puntada invisible el borde inferior de la cinta.


Y ya está. Ya está la gorra ajustada, forrada y monísima.  Aquí varios ejemplos.


Ajustada por detrás

Y colorida por delante

Lola y su gorra con frente rojo


María José llevando su gorra de tonos morados y rosas por sitios internacionales
 Aqui veis un ejemplo del modelo hecho en una sola tela. Bonito, pero más discreto.

Sol y frío en la plaza del Museo.

 Y esto es todo, amigas. Espero coger el ritmo de nuevo ¡que tengo muchas, muchas cosas entre manos para enseñaros!