viernes, 18 de enero de 2019

La locura japonesa: haciendo un patrón de Pattern Magic 3. Parte II: acabar el patrón y entenderlo (más o menos)

En el episodio anterior, nuestra osada protagonista había modificado el patrón base y trazado la curva de nuestro patrón, generando la pieza base del delantero. En este capítulo haremos lo más interesante del modelo: la pieza superpuesta. Y también la trasera, que no tiene mayor complicación, pero es muy necesaria, porque ya bastante raro nos va a quedar  el vestido por delante como para que se nos olvide hacerlo por detrás.

Pero no me disperso y resumo. Cuando terminamos de trazar la curva, hacemos dos cosas:
La primera, calcar la parte la parte de escote y hombro que van a ir superpuestas. Al finalizar el trazado de la curva también delimitamos esa zona según las instrucciones, la calcamos en otro papel y la recortamos. Como dato tonto, pero importante, yo he usado papel de seda para calcar y kraft blanco para dibujar el patrón definitivo
Empezamos con la pieza clave

Lo segundo, calcamos también las partes de la curva desarrolladas y ya vamos viendo nuestra pieza central. A estas piezas las llamamos A, B y C

Se desarrolla la pieza en tres partes y se calcan con cariño y exactitud (sobre todo esto último)

Se trata de que la pieza sea bonita y volandera, pero no parezca que llevamos un rollo de tela pegado el escote, por eso hay que rebajarla un poco. Para ello, una vez más seguiremos las instrucciones paso a paso. Cogeremos cada pieza calcada, la pegaremos sobre otro papel e iremos definiendo los nuevos puntos.  Repetiremos estas operaciones con las piezas A y B, que quedarán un poco más anchas y con la curva superior más suave. La C no se modifica.
No me canso de repetir que hay que seguir las instrucciones y, en este caso, es especialmente importante copiar todas las letras porque nos van a dar luego los puntos de inserción de la pieza. 


Esta es A, la pieza mayor. No hay que perder de vista el centro (ni en la vida ni en la costura)


Esta es B, la mediana, que también ha salido bien centrada


Y esta es la pequeña. Esta es la única que no cambia, menos mal
Las piezas que nos quedan después de todo esto se llaman A', B' y C. Las recortamos

Ahora vamos a hacer la operación que viene en la parte de abajo de la página.




Proseguimos la adaptación. Abrimos la parte del cuerpo tomando como referencia los puntos de hombros y sisa que hemos señalado mientras trazábamos el patrón (os dije que no olvidárais ninguno).  Se trata de abrir el cuerpo desde los puntos pivote a' (en la sisa)  p (en el hombro) e i , que está a 7,5 cm sobre la línea del hombro. ¿Por qué? Pues porque se trata de que la pieza tenga volumen y se despegue graciosamente del cuerpo, así que hay que darle algo de amplitud. El por qué son esas medidas y no otras sí que no lo sé, pero ¿quienes somos nosotras para negar la sabiduría de Nakamichi San?
Observad también que la parte de la sisa y el escote no se han modificado para nada. Esto nos permitirá luego encajar esta pieza con el cuerpo del vestido de forma limpia.
Ahora se trata de unir esta pieza resultante con las tres piezas de la curva A', B' y C  que acabamos de trazar. Observad que la primera y la tercera pieza las hemos colocado al reves, porque la pieza entera se coloca "revuelta", como el meandro que le da nombre, siguiendo la curva que hemos trazado en el delantero.
La parte del cuerpo nos habrá quedado con el bajo "a saltos", así que trazaremos una línea continua para remediarlo: uniremos con una curva muy suave los puntos del cuerpo desde m hasta o'. También vemos que las piezas A', B' y C sobresalen por el bajo, así que, desde el punto de abertura final m' trazaremos otra línea hasta el punto final de la pieza C, que se llama j.  Y por fin tendremos  nuestra pieza.

Recordemos qué hemos hecho para llegar a este punto:
  • Hemos calcado la parte del cuerpo que irá superpuesta.
  • Hemos calcado la curva desarrollada por partes A, B y C.
  • Hemos rebajado un poco la curva superior de las piezas A y B. La C es la única que queda igual. Tenemos ahora las piezas A', B' y C.
  • Hemos abierto la pieza del cuerpo desde los tres puntos pivote predeterminados: a', p, i.
  • Hemos pegado esta pieza resultante a las piezas A', B' y C. Las piezas A' y C van al revés.
  • Hemos ajustado el bajo del cuerpo y de la curva para que quede continuo.

Con todas estas operaciones, que son sencillas, pero requieren atención y medir bien, hemos abierto la parte del cuerpo, hemos rebajado la curva por arriba y reducido la pieza por abajo. Con esto conseguimos que nuestro meandro quede con relieve y movimiento, pero tampoco demasiado voluminoso, porque sería extraño, incómodo y probablemente hasta feo.
Ya empezamos a ver el fruto de nuestro trabajo

El meandro sobre el parqué

Y ahora queda la trasera, que ni te la nombran en el libro, porque consideran que eres una costurera experta y no hay que decírtelo todo. Pero mira, aunque sea así, se agradece que te expliquen las cosas. De momento, como la trasera va a ser simétrica, que ya tenemos suficiente asimetría en el delantero, solo tendremos que hacer el habitual medio patrón. Un trabajo menos.
Hacemos lo mismo que hicimos al principio con el patrón delantero: metemos un poco (2 cm) en la cintura, prolongamos la falda, cerramos pinza del hombro y así abrimos el vuelo de la falda. Es aconsejable que la trasera tenga menos vuelo que el delantero. Primero, por ahorrar algo de tela y segundo y más importante, para no parecer una mesa camilla.


Pobre trasera, ni la nombran en el libro, snif


Solo tenemos que hacer medio, pero sí tendremos que decidir si lo cortamos en una pieza o en dos con costura central, según vayamos a poner cierre o no. Yo, sinceramente, hasta que no lo tenga medio montado no voy a saber si me cabe la cabeza por la abertura del cuello, así que igual es mejor cortarlo en dos piezas, por si hay que meter una cremallera a toda prisa.

Y, por fin, ya tenemos el patrón enterito.
Recordamos las tres piezas que finalmente nos han salido:
  • Pieza delantera con la curva dibujada.
  • Pieza superpuesta del delantero con curva, escote y parte de un hombro.
  • Pieza trasera trazada a la mitad.
Y ha llegado el momento de elegir la tela y cortar. Pero eso será el capítulo que viene. Estos dos primeros capítulos han sido sobriamente blancos, pero en el próximo empezaremos a introducir muchas notas de color.
Aquí el capítulo I.
Aquí el capítulo III.
Y aquí el IV.

2 comentarios:

  1. Como soy profana en esto de la costura me suelo perder bastante con los esquemas y la nomenclatura, pero con tus explicaciones creo que lo he entendido todo bien. Eso sí, seguiré tus andanzas desde la barrera, porque ya me ha parecido complicado todo lo que has hecho hasta hoy y no quiero ni imaginar cómo será trasladar todo esto a la tela y coserlo sin equivocaciones. ¡Hasta la próxima entrega!
    Un beso.

    ps. Me alegro de que hayas decidido ponerle la pieza trasera aunque el libro no hable sobre ella. Como bata de hospital queedaría muy rococó.

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  2. Me alegro de que se me entienda, a veces no estoy del todo segura de explicarme bien en estas cuestiones de patronaje, que no son mi fuerte, ni mucho menos. Trazar el patrón ha sido muy interesante y divertido, aunque buena parte del mérito es de Doña Tomoko, que hace unos esquemas muy claritos. Pero ya acabamos con eso ¡y la próxima entrega será más colorida!

    PD Yo también creo que poner parte trasera ha sido una gran idea. Mi cajón de ropa interior no está como para mostrarlo en público...

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