Cuando me compré el libro "Drapeados: el arte de modelar prendas de vestir" (que comenté en
esta entrada), pensaba que me iba a servir más de inspiración -- como los libros de Pattern Magic (aquí las reseñas de
Pattern Magic,
Pattern Magic 2 y
Pattern Magic 3) -- que para hacer realmente las prendas que proponen. Pero, mira tú por dónde, esta va a ser la segunda prenda (
la primera fue esta) que hago y además contentísima, ya que me ha resultado una experiencia de lo más interesante. ¡Y mucho más fácil de lo que pensaba!
Es un tipo de tipo de patrones muy distintos de lo que hago habitualmente. El vestido que os comento hoy se corta en una sola pieza y con esa pieza se hacen las sisas, las mangas (muy cortitas, tipo farolillo) y la falda fruncida en la cintura.
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De aquí debería salir un vestido... |
Como suele pasar, la decisión vino porque encontré una tela inspiradora, en este caso un punto verde liso con una caida y un tacto estupendos.
Y me puse manos a la obra al día siguiente de comprarla. Primero, calcar el patrón. En un patrón tan complicado, es muy, muy importante copiarlo exactamente, con todas sus señales e indicaciones. Y menos mal que los márgenes de costura están incluidos, porque imagínate para medirlos con tanta curva y tanto corte raro.
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Patrón ya colocado y listo para cortar. Pedimos a Doña Hisako que nos asista con su sabidulía oliental. |
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Ya está cortado...qué nervios, ¿qué saldrá? |
Una vez cortada la pieza, lo primero que hay que hacer es rematar el escote y las sisas. El escote es fácil, se ve claramente; pero las sisas aún son difíciles de adivinar, así que está señalado el tramo al que debes hacerle el dobladillo.
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Rematado. ¿A vosotros no os parece muy pequeña la sisa? |
El siguiente paso de las instrucciones es fruncir y coser las mangas. Por supuesto, voy siguiendo las instrucciones al dedillo, porque todavía no sé muy bien por donde va a salir esto. El hueco que queda para la sisa me parece pequeñísimo y me entra el pánico de haberme equivocado de talla.
Para formar la manga, hay que fruncir entre las señales y luego casar el punto a con a' y b con b'.
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Fruncido |
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Casando costuras. La a con la a y la b con la b. |
Una vez que hago las dos mangas, empiezo a tranquilizarme. Esto va tomando forma. ¡Ya voy entendiendo el patrón!
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¡Esto ya va pareciendo un vestido! |
La falda se hace igual. Se frunce hasta encajar el punto c con c' y luego se cose. Como el corte va en medio de la tela, sin costura alguna, se empieza a coser unos milímetros antes. En el derecho se ven dos pliegues a la altura de la cintura baja (más o menos entre la cintura natural y la cadera) que por fuera parecen como pinzas y le dan mucha gracia al vestido.
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Fruncir, medir y encajar, ese es el secreto. Aprovecho para enseñaros otra pieza de mi colección de metros. |
A estas alturas estoy dando vivas a Japón y a sus costureros y a sus patronistas ¡que vivan todos! El patrón extraño e incomprensible va encajando milagrosamente y se va viendo un vestido monísimo. Me lo pruebo y me queda hasta bien.
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¿Es una pinza o es una costura? Pues un poco de ambas. |
Ahora solo queda colocarle la cremallera por la espalda. En las instrucciones pone que sea invisible, pero como no la he encontrado del color oportuno, la pongo normal, que también queda bonita.
Las impresiones son más que buenas. Eso sí, hay que tener varias cosas muy en cuenta si se quiere tener éxito:
- Copiar cuidadosamente el patrón. No dejarse ni una muesca, ni una indicación.
- Lo mismo con el corte: hay que hacerlo con mucha exactitud.
- Seguir las instrucciones al pie de la letra. Como es norma en estos libros, está todo muy bien explicado y las ilustraciones son clarísimas.
En el fondo, como veis, todo se resume en seguir el libro. Esto plantea algunos inconvenientes: tienes que decidir muy bien la talla porque después debe ser casi imposible hacer arreglos una vez la prenda esté ya cortada. Igualmente, no puedes introducir casi ninguna variante, incluso un simple cambio de largo puede desencajar el patrón. De hecho, el vestido ya acabado me pareció excesivamente corto (una es una mujer respetable y decente) y le tuve que añadir una tira de tela al bajo ya terminado.
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Añadido en el bajo. La decencia es lo que tiene. |
También es difícil probarse hasta que la prenda está ya muy avanzada, con lo cual estás muy a ciegas durante casi toda la confección. Aunque la verdad es que todo esto no hace más que darle emoción al asunto... y si lo sigues todo bien, el éxito está totalmente garantizado.
Una vez terminado del todo y con todos los remates y perejiles, mis impresiones son buenas, aunque el vestido tiene varios inconvenientes. Por ejemplo, la sensación que me daba al montarlo de que la sisa era muy estrecha es correcta: la sisa queda muy justa. Aunque no resulta muy incómoda por ser la tela elástica, no acaba de quedar confortable del todo. El largo, como ya he comentado, resulta excesivamente corto para mi, aunque con la tira que he añadido en el bajo queda bastante bien y además se resalta la "linea tulipán" de la falda.
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La sisa es un poco estrecha, pero queda así de mona |
En resumen, toda una experiencia copiar, cortar y montar este patrón.
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Y así de bonito queda el vestido. Creo que le voy a sacar mucho partido |
Aclaro que las fotos van sin dueña del vestido (yo) incorporada porque hace frío, tengo las piernas blanquísimas y no había fotógrafo disponible. Cuando sea el tiempo de estrenarlo ya os contaré.
Y como hace mucho tiempo que no visito
RUMS, me voy a dar una vuelta a ver qué han hecho las colegas costureras.