jueves, 29 de junio de 2017

Jetacostura para señores molones. Camiseta para Fernando

¿Os acordáis de lo que es una jetacostura? Os refresco la memoria: se trata de una labor que se hace en dos patadas pero que parece mucho más elaborada y te permite presumir de tus habilidades costureras por la cara (de ahí su nombre).Aquí, un ejemplo.

Hoy tenemos una jetacostura masculina, que consiste en tunear una camiseta básica cortándole las mangas y poniéndole otras de otra tela. Se necesita:
  • Un señor encantador que mole mucho y que luzca con orgullo y satisfacción la camiseta. Puede ser novio, marido, hijo, hermano, padre, abuelo, amigo o director espiritual. En caso de que no sea molón del todo, el vestir esta camiseta hecha con tanto ingenio y amor hará subir su índice molonidad hasta niveles estratosféricos, advertidas quedáis...
  • Una camiseta básica lisa de cualquier color, que sea de la talla y le siente bien al señor en cuestión.
  • Un trozo de tela de camiseta o normal, cuyo estampado o color haga contraste y le vaya bien a la camiseta anterior. 
  • Tijeras, hilo.
  • Remalladora o, en su defecto, máquina de coser que tenga puntos adecuados para coser telas elásticas.
  • Opcional. Máquina de coser con dos portabobinas, para poder hacer el dobladillo con aguja doble.
  • Indispensable. Caradura para decir luego que te ha costado muchísimo trabajo y que has pensado muchísimo en el diseño.
Lo primero es cortar con mucho cuidado las mangas de la camiseta, justo por el filo de la costura. Antes de cortar, hay que señalar el centro y la parte delantera, que aunque parezca que son iguales, todos sabemos que no es así. Abriremos las mangas que hemos cortado y las plancharemos si es necesario, ya que las vamos a usar como patrón.
Extendemos una de las mangas (o las dos, pero tampoco hace falta) sobre la tela y la usamos como patrón para cortar. Dejaremos alrededor un centímetro de margen de costura y tres en el bajo para el dobladillo. Esta es una labor ideal para aprovechar retales relativamente pequeños, así que, si tenemos que cortar las mangas por separado, tendremos mucho, mucho cuidado de cortarlas encontradas y de tener en cuenta el delantero y el trasero. Si tenemos suficiente tela para cortarla doblada, pues mejor, menos trabajo.
Cortando
Yo he usado una tela de camiseta, esto es, elástica. Si se va a hacer con tela no elástica, yo la cortaría un poco mayor; por ejemplo, dejando dos centímetros alrededor de la manga en lugar de uno y frunciendo un pelín la copa por arriba,  para darle algo más de holgura.
Antes de coser las mangas a la camiseta, haremos el dobladillo con aguja doble si disponemos de ella, si no, con zigzag de tres puntadas, y si tampoco tenemos, con zigzag normal. Si no tenemos ninguna de las tres cosas, nos retiraremos a una cueva a meditar y dejaremos la costura para siempre. Una vez hecho el dobladillo, cerraremos la manga con remalladora o con un punto apropiado para tela elástica.

Aquí parecen un arco apuntado al revés
Y aquí, unas alitas
Por cierto, que en las fotos anteriores, sobre todo en la primera, se ve muy bien que las mangas NO son iguales por delante y por detrás.  Y también se nota que me encantan las composiciones geométricas.
Ya solo queda coserlas en la camiseta. Las colocaremos con cuidado para que coincida el centro de la manga con la costura del hombro y la costura de la manga con la lateral. Y comprobaremos una vez más que cuadra el delantero, que ya sé que a estas alturas estáis pensando que soy una pesada, pero luego no me vengáis con traumitas, que nos conocemos.
¡Y, hala, a coser la manga! Una vez más, usaremos la remalladora o un punto apropiado para tela elástica en nuestra máquina de coser normal.
La cigüeña nos da su aprobación: la manga está perfecta
 ¡Y a lucir palmito con una camiseta de diseño exclusivo!
¿Llevo una camiseta chula? Ou, yeah!
Elegante a la par que cómodo: listo para el turisteo cultural
¡Para obra de arte, la que llevo yo puesta!

Ni que decir tiene que esta jetacostura admite variantes: se puede sustituir una sola manga, poner cada manga de una tela, añadir un bolsillo, un detalle en la espalda... El único límite es lo que el señor molón se atreva a ponerse.
Y por si aún no os habéis dado cuenta, aquí se revela el misterio de qué he hecho con la tela que me sobró del vestido "Abanicos" que os enseñé la semana pasada

6 comentarios:

  1. ¡Misterio desvelado! Tu jetacostura mola mucho y además podéis ir a juego. Aporto como alternativa a retirarse a una cueva hacer el dobladillo a mano y meditar al mismo tiempo, que es más práctico. ;-)
    Besos.

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    Respuestas
    1. Jajaja...hacer el dobladillo a mano en una tela elástica es una penitencia digna de santos ermitaños, ¡me gusta la idea!
      En cuanto a lo de ir a juego, confieso que justo el día que hice las fotos, yo llevaba puesto el vestido. Íbamos ideales, como novios coreanos 😁
      Como siempre, muchas gracias y muchos besos

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