jueves, 15 de diciembre de 2016

Revistas que NO me compro: Burda Vintage Años 70

Un año más, aquí está el Burda Vintage, este año dedicado a la moda de los años 70, esa década loca y hortera (aunque después vendrían los 80 repletos de hombreras y la harían buena).

Quiero aclarar que "hortera", para mí no es un insulto. Un cierto grado de horterada es indispensable en la ropa (y en la vida) para divertirse y relajarse un poco. Ser siempre elegante y distinguida es ¡taaaaaaaaaaaaaaan aburrido!
Pero empecemos por el título. No está mal..."Brillantes" es un adjetivo un poco previsible, pero avancemos un poco a ver qué tal.
El hilo conductor de la revista, como en las anteriores, es mostrar un modelo original de los burdas de la época y su versión "actualizada", es decir, con ligeros cambios en hechura y telas.
Empezamos, se supone, evocando la famosa disco Studio 54. Bueno, muchas gasas y lazos, pero no deja de ser un camisero muy de señora. La versión brillantosa es más fiestera, pero la veo muy tapada para ir a la disco, con el calor que se pasa bailando.
Yo no puedo bailar, que se me mueve el estropajo/flequillo

El papel de plata de la cocina sirve para todo, ya ves

Frunces, lazos, botones...un poco de todo
El nombre del siguiente modelo desconcierta un poco, porque se llama abrigo "Meryl" (¿de Meryl Streep'), pero luego luego el texto habla de Mary Quant, inventora de la minifalda y figura emblemática de la moda de ¡los años 60! ¿Se les habrá colado un texto del Burda Vintage del año pasado? En todo caso, el abrigo-capa me gusta mucho.
Tremendo. Modelo del pasado lavado con la lejía del futuro
¿De verdad es el mismo? Vaya sosez
Fácil  y resultón

El siguiente modelo también es bastante espectacular. Una vez más el texto habla del espacio (que es más de los 60 y que, ahora que me acuerdo, era un tema que también usaban en el Burda Vintage anterior) y de La Guerra de las Galaxias (que se estrenó en el año 1978, al final de la década). Y llamadme convencional, pero para mi el tema espacial se asocia con tejidos metalizados y plasticosos, rollo Barbarella, y este vestido amarillo y con escote raro no me parece nada espacial.
Muy guay para la playa, pero para la estratosfera, no sé yo
Y en este punto es donde me doy plena cuenta del fallo.
Me he hecho un vestido con un escote súper sepsi, pero me lo pongo con una blusita debajo para no coger frío
Exacto, veo que también os habéis dado cuenta. Las versiones supuestamente modernizadas son ho-rro-ro-sas. Donde los modelos originales son chulos y totalmente propios de su década, los  actualizados son sosos (como el abrigo de antes), o con telas mal escogidas (como el camisero del principio) o con complementos que le quitan toda la gracia, como este mismo. ¿De verdad te haces un vestido con media barriga y la espalda al aire y luego te lo pones con una blusa??? Y encima parece que le tira la sisa

Escotazo chulérrimo
Hecho este descubrimiento, ya te dedicas a ver los modelos originales y pasas un poco de los otros. Por ejemplo, este traje de chaqueta.
Me encantaría vivir en Siberia para poder ponerme un gorro así
El traje en sí no es nada del otro mundo y su versión tampoco, pero vale la pena ver los complementos: gorro, botas, bolso, todo ideal.
La siguiente chaqueta se supone que se inspira en la peli Love Story, la cursilada generacional por excelencia. No veo yo a Ali McGraw con terciopelo, más bien de tweed, pero tampoco vamos a ponernos picajosos con eso.
Soy rubia y tengo pinta de institutriz germánica

Yo también soy rubia y además lánguida
La chaqueta en sí no está mal y no se puede negar que esa solapa picuda es setentera a tope.

Parece que en los 70 se llevaban todo el día en la discoteca (¿pero eso no eran los 80?) porque este es el segundo texto que habla del tema. Yo ya estaba en el mundo en esa década, pero aún era joven para salir de noche, así que no puedo opinar.
El vestido es muy tapadito, pero la modelo tiene un poco de pinta de dominatrix ¿no?
Y aquí vuelven a hacerlo...¿de verdad hay que ponerse un cuello vuelto blanco debajo de un vestido dorado? ¿No tienen calefacción en Alemania?
Mi madre me ha dicho que me abrigue para salir de noche
Y para terminar, un chaleco; largo como un día sin pan y colorido como una boda hindú. En el texto hablan de los hippies, otro deslizamiento de década. Debe ser que en los 70 no pasó nada (¿?¿?¿?¿?)

Me fui a la India a encontrarme a mi misma y encontré esto

Y la versión ¿moderna?
Y yo me fui al Reino de los Flecos y me traje esta cosa

En fin, señoras y señores de Burda, desde aquí les ofrezco un consejo gratis de una que fue una lectora bastante fiel y que últimamente no consigue seguir siéndolo, aunque lo intente: aprovechen ustedes su archivo, que debe estar llenito de maravillas y no se empeñen en reinterpretar nada. Las que amamos los modelos vintage ya nos encargaremos de actualizarlos (o no) a nuestra manera o estilo, cambiando telas, aportando nuestros complementos actuales o como nos de la reverendísima gana. Ah, y estaría bien cuidar un pelín los textos, que las costureras también tenemos culturilla.
Y hasta aquí la reseña. Aunque he ojeado la revista entera, solo he comentado aquí los modelos que tienen foto colgada en la página de Burda, para que podáis cotillear bien a gusto.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Libros que me compro: Pattern Magic 3

Para quien se pregunte cómo es que me ha dado por empezar por el Pattern Magic 3, les aclaro que tengo los otros dos desde hace años, pero como este es el más reciente y una es novelera por naturaleza, voy a empezar las reseñas por el final.
Yo me lo he comprado en inglés porque era más barato, pero acaba de salir en español, publicado por Gustavo Gili, la misma editorial de los otros dos.
He encontrado otra reseña del libro, en inglés, aquí y aquí los comentarios de los clientes de amazon que lo compraron.
Ante todo, hay que tener muy claro que este libro no es para hacer la mayoría de  los modelos que vienen en él. Y os preguntareis que para qué sirve entonces. Pues, sobre todo, para inspirarse, asombrarse y darse cuenta de las maravillas que se pueden hacer jugando con las formas, las texturas y las telas, en definitiva, para atreverse a experimentar.
Los modelos son extraños, osados, probablemente incómodos y seguramente imposibles de vestir en este planeta...pero a mi me dejan con la boca abierta. De admiración y a veces hasta un poco de miedo, porque me pregunto qué pasara por la linda cabecita de Tomoko Nakamichi cuando idea semejantes cosas.
Declaración de intenciones de Tomoko
Yo los clasifico en varias categorías:
a) Vestuario de peli de ciencia ficción.
La señora de la lejía del futuro se limitaba a llevar traje blanco reluciente y peluca azul, pero tú y yo sabemos que dentro de unos siglos la humanidad se pondrá cosas así.

Mataría por poder ponerme algo así

O así
b) Vestuario de obra rarísima de teatro de vanguardia.
Esas obras solo las entiende el autor, por lo menos que el vestuario sea chulo.
Cuerpos extraños

Gorguera imposible

c) Cosas que solo se pondría una japonesa (o una cosplayer).
Porque, si te paras a pensar, el tradicional kimono ya es una prenda rarísima con esas mangas que parecen hechas para que no se pueda hacer nada con los brazos, esos metros y metros de seda por todas partes, creando volúmenes, pliegues y formas inverosímiles. Pues eso, que parecen unas mosquitas muertas, pero se atreven a ponerse cosas extrañísimas.

Puedes guardar cosas en el sobaco

Una p'arriba y otra p'abajo

d) Modelos que a lo mejor intento si algún día tengo ánimo.
Estos son solo un poquito extravagantes y pueden intentarse si te pones a ello.

¿Es raro? Sí.  ¿Es extravagante? Sí. ¿Me encanta? ¡Por supuesto!

Este cae, seguro
No parece tan difícil...

O sí, que sé yo
Este no sé si sería capaz, pero me fascina ese medio-plisado-medio-no
Y hasta aquí mi reseña. Como es habitual en estos libros, las explicaciones son muy detalladas y bien ilustradas  y las fotos muy bonitas. Otra cosa es que los patrones den un poco de vértigo, pero, como decía al principio, te inspiran ¡y te dan muchas ganas de intentarlos! Así que, si me veis salir un día a la calle con ropa rara, ya sabéis de dónde viene.